Audiolibros: ¿cómo funcionan?, ventajas e inconvenientes y más de una curiosidad

Audiolibros: qué son y cómo funcionan

¿Qué es un audiolibro?

Un audiolibro es una grabación de un libro leído en voz alta en lugar de impreso o escrito en una pantalla. Pueden ser grabaciones de lectores profesionales o de personas que se han grabado ellos mismos leyendo el libro.

Los audiolibros se pueden escuchar en un reproductor de audio, teléfono inteligente, tableta o computadora. También están disponibles en aplicaciones de lectura de audiolibros en línea.

Los formatos de archivo de los audiolibros

Existen varios formatos de archivo para los audiolibros, algunos de los cuales son los siguientes:

MP3

Es un formato de audio comprimido muy común que se utiliza para almacenar y reproducir música y audiolibros. Es compatible con la mayoría de los dispositivos y reproductores de audio.

AAC

Constituye otro formato de audio comprimido similar al MP3, pero con una tasa de compresión más alta y una calidad de sonido superior. Es compatible con dispositivos Apple como el iPhone y el iPad.

WMA

Se trata de un formato de audio desarrollado por Microsoft que se utiliza para almacenar y reproducir audio, incluidos los audiolibros. Es compatible con dispositivos Windows.

AA

Consiste en el formato de audio propietario desarrollado por Amazon para su plataforma de audiolibros Audible. Es compatible con dispositivos Amazon y otros dispositivos a través de la aplicación Audible.

OGG

Es un formato de audio libre y de código abierto que se utiliza para almacenar y reproducir audio, incluidos los audiolibros. Es compatible con algunos dispositivos y reproductores de audio.

Algunos de estos formatos son más comunes que otros, pero en general, la disponibilidad de formatos varía dependiendo de donde compres o descargues el audiolibro.

Pero, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de los audiolibros frente a los libros impresos o electrónicos?

Ventajas de los audiolibros

  • Pueden ser escuchados mientras se realizan otras actividades, como conducir o hacer ejercicio.
  • Son accesibles para personas con discapacidades visuales o de lectura.
  • Pueden ayudar a mejorar la pronunciación y el acento al escuchar un audiolibro en otro idioma por parte de un hablante nativo.
  • Pueden ser una opción atractiva para quienes tienen dificultad para concentrarse en la lectura de un libro impreso o electrónico.
  • Al igual que ocurre con la modificación del tamaño de letra en los libros electrónicos, la mayoría de los reproductores de audiolibros y aplicaciones permiten regular la velocidad de lectura de un audiolibro, lo que se conoce como “playback speed” o “velocidad de reproducción”, o más concretamente la velocidad de narración (narration speed) en inglés. La velocidad de lectura se puede aumentar o disminuir para adaptarla a las preferencias del oyente. Algunos reproductores de audiolibros y aplicaciones incluso permiten guardar la velocidad de lectura preferida para que el oyente no tenga que ajustarla cada vez que escuche un audiolibro.

Inconvenientes de los audiolibros

  • Pueden ser más costosos que los libros impresos o electrónicos.
  • No se pueden subrayar o tomar notas en ellos como sucede en un libro impreso o electrónico.
  • La experiencia de escuchar un audiolibro puede ser menos personal que la de leer un libro impreso o electrónico.
  • Pueden requerir de un dispositivo adicional para escucharlos.
  • Algunas personas prefieren la experiencia de la lectura tradicional en lugar de escuchar un audiolibro.

¿Sabías que…? Curiosidades sobre los audiolibros

Aunque contar historias se remonta a la noche de los tiempos, el audiolibro -la grabación de una historia narrada- es algo relativamente nuevo. En 1877 Thomas Edison grabó la canción infantil ‘Mary Had a Little Lamb’ (‘María tenía un corderito’) y la reprodujo en su recién inventado fonógrafo.

Los audiolibros han existido desde hace más de 100 años. Los primeros audiolibros eran grabaciones en cinta de lectores profesionales, y se distribuían a bibliotecas y escuelas para su uso por personas con discapacidades visuales.

Una de las primeras grabaciones comerciales de libros fue la de la compañía de discos Caedmon Records, que lanzó en 1963 una grabación del poeta Dylan Thomas leyendo sus propios poemas, como “And Death Shall Have No Dominion” (Y la muerte no tendrá dominio), entre otros.

Los audiolibros han sido utilizados como una herramienta de aprendizaje para mejorar la pronunciación y el acento del idioma.

Los audiolibros han sido utilizados como una herramienta terapéutica para personas con trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión, ya que la lectura en voz alta a menudo ayuda a calmar los pensamientos y las emociones.

Los audiolibros han ganado popularidad en los últimos años debido a la disponibilidad de plataformas de lectura de audiolibros en línea, como Audible y Librivox, y a la creciente popularidad de los dispositivos de lectura de audiolibros, como los reproductores de audio y los teléfonos inteligentes.

Algunos escritores famosos han prestado sus voces para narrar sus propios libros, como Stephen King, Neil Gaiman, entre otros.

Los audiolibros han sido utilizados por ciertas profesiones para mejorar sus habilidades, como los actores que los utilizan para mejorar su dicción y los médicos para mejorar su capacidad para comprender el acento de sus pacientes.

En relación a la velocidad de narración en los audiolibros, está extendiéndose la extraña moda de escucharlo todo al doble de velocidad. Esta “escucha acelerada” se ve propiciada por el ávido consumo cultural y la escasez de tiempo tan común en nuestros días.

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